27.8.07

Los tópicos. La mujer y su independencia


Aunque este es un blog dedicado a mi hija hoy no puedo evitar pararme a comentar los grandes tópicos sobre las mujeres. El motivo principal de este post es lo dificil que me resulta el romper con todos los topicazos que pretenden atarme y, ante todo, bajo los que nunca educaré a mi pequeño polvorón.


Vuelvo a conducir y he fumado un cigarro, porque estaba en una reunión y todos lo hacían, dos cosas que no me gustan y sinceramente me hacen sentirme mal e incómoda. Desde niña, todo el mundo intenta imponerte sus gustos personales y sus tópicos estúpidos, lo que es lógico que hagas, porque lo hace todo el mundo y es obvio que a todos nos gusta. Pues no, a mi no, NUNCA ME GUSTÓ EL CIRCO, me daban pena los animales enjaulados, tampoco me gustaba leer las AVENTURAS DE LOS CINCO, me parecían simplonas. Me aburría sobremanera LA CENICIENTA, una sirvienta que a todo lo que aspira es a casarse con un principe y que le sirvan a ella, o la BELLA DURMIENTE, en la que la parte más interesante era cuando dormía.


Nunca me emocioné cuando llegaba la Navidad, todo lo contrario, me ponía melancólica pensar en la gente que estaba sola. Me cae mal PAPA NOEL, de niña nunca vino por mi casa. ODIABA BARRIO SESAMO, HEIDI Y MARCO; en Barrio Sésamo todo el mundo era feliz y todo era tan normal, hasta una gallina enorme que hablaba; lo de Heidi y Marco era para denunciar a sus tutores por abandono de menores.


En la adolescencia y en la juventud las cosas empeoran, tu grupo de iguales considera que beber, y fumar, ... era lo normal, lo moderno, tus mayores estudiar mucho, tener un novio que te respetara para tu futuro como mujer trabajadora y madre de familia. NO ME GUSTABA NADA.


Cuando era niña me levantaba por la noche y veía a escondidas una serie de televisión que se titulaba "Treinta y Tantos...", un día en el colegio me preguntaron qué quería ser de mayor y dije sin dudarlo. "Tener treinta y tantos". En la serie los protagonistas eran artistas que vivían en cabañas de madera, con hijos, divorciados y todos se llevaban genial. Casi le da un infarto a la maestra.


Pero lo triste de todo esto es que leí los libros de los Cinco, la Cenicienta y la Bella Durmiente, fuí al circo, ví Barrio Sésamo y no perdí ni un capítulo de Heidi y Marco. Me emborraché, fumé durante 14 años, saqué una carrera universitaria, tuve un novio formal y soy madre de familia.


A día de hoy hay quien intenta comerme el tarro basandose en conceptos como "la independencia de la mujer", una mujer que no quiere conducir es algo así como un "ser minusvalido". Durante años para mi desgracia, no por gusto, tuvo que viajar muchisimo. Tenía que pillar el coche de forma irremediable porque me desplazaba por pueblos y aldeas que mi madre define bien "donde no pasó Cristo ni mandó recado". En un mismo día hacía una burrada de quilómetros, por carreteras que sacaban la respiración a cualquiera.


Por el denominado concepto de "movilidad laboral" me vi obligada a desplazarme a numerosas ciudades recorriendo miles de quilómetros. Y cada vez que llego a una ciudad, nunca me desplazo en coche. Quizás por haber vivido en ciudades como Valencia, o pasar temporadas en otras como Bilbao ... , creo que dentro de las capitales no es necesario utilizar el coche para nada, por eso soy tan partidaria de una red de metro.


La cultura "del coche para todo" es exagerada en Vigo, donde la gente considera imprescindible ir en coche para trayectos del tipo: Concello-Pz de la Independencia, Concello-Corte Ingles, Concello-Pz de la Princesa, Pz de la Independencia- Centro Comercial Gran Via ... A lo mejor es que no controlo bien las distancias pero a mi modo de ver son trayectos cortos. Muchos alegan las prisas por eso es imprescindible el coche. Durante una temporada estuvimos viniendo a trabajar en autobus ganabamos más de 15 minutos, los mínimos necesarios para buscar aparcamiento.


La gente se sorprende pero ME GUSTA CAMINAR, para mi pasear es calidad de vida y el ir desde el cruce de los Llorones hasta el Pau de Navia no me parece un paseo tan largo, si no que me encanta, es cuesta bajo, es por zonas verdes y es sano.


Alguien un día me hablaba de la independencia de las mujeres al conducir y que no me guste hacerlo e intente evitarlo a toda costa es un limitación. Yo no me siento más limitada que nadie, ni me siento más independiente por tener una carné de conducir, sobre el carné pienso lo mismo que mi amigo Emilio de Londres, ciudad en la que reside: "no salgo nunca pero me gusta saber que si quiero hacerlo, puedo, tengo muchos sitios a donde ir", a mi me pasa lo mismo con el carné, "si quiero puedo hacerlo y si no, no tengo porque conducir".


Por la ciudad me muevo andando, no suelo ir a ningún sitio y si alguna vez por una urgencia tuve que pillar un coche pues lo hice, no me gustó, pero tampoco me gusta trabajar y lo hago. Pero nadie puede pretender que mi forma de vida sea ir en coche a todas partes ni que eduque a mi hija en eso. Todo lo contrario, anda mucho porque eso si es salud.


Me doy cuenta de que cada día me estoy haciendo más mayor, que soporto menos lo absurdo de la mentalidad humana y cada vez más, me reafirmo en lo que yo quiero y me importa un comino el resto del mundo. Y a mi pequeño polvorón le potencio sus gustos y no le impongo los mios, no le compraré el CD de la bola de cristal porque me encantaba, le compro los lunnis porque le gustan a ella.


Y personalmente sacaré el coche porque tengo que hacer un viaje largo, pero me niego a conducir en ciudad, en las capitales grandes donde he vivido no es normal moverse en coche para todo. Soy madre porque disfrutó muchisimo de serlo, no seré independiente porque siempre dependeré del amor de mi hija, de mi marido, de mi familia en general, seguiré sin votar al mismo partido político si no estoy de acuerdo con su programa en totalidad, no soy de siglas. No fumaré porque me horroriza el olor. No perdonaré nunca la mala educación ni la insolencia. No me casaré por la Iglesia porque sea lo correcto en una familia bien. No dejaré de trabajar por cuidar a mis hijos. En mi casa siempre tendran cabida los niños sean nuestros hijos o no, porque la sangre no significa nada, si la sangre creara vinculos reales no se porque tantas familias se llevan mal. Mi familia y mis amigos intimos son lo mismo, porque hay gente que sé a ciencia cierta que no me fallará al menos conscientemente.


Siento molestar a los que no piensan como yo pero estoy aprendiendo a romper con todas las ataduras y especialmente de los convencionalismos. Pienso como pienso, pero lo que nunca nadie podrá negar es que soy coherente con lo que hago. Y espero que mi pequeña aprenda a defender lo que quiere hacer y a que nunca le impongan nada ( tanto por tradicción como por la independencia). No más tópicos, las mujeres no son más independientes por fumar, conducir, no casarse o no tener hijos, tampoco son cotillas y liantas y cuando se juntan varias se monta el follón. Todos estos tópicos son el resultado de una mala educación, porque no tenemos un gen especial que nos haga ser así, si no que la tradición durante años fomentaba que no nos formaramos porque para cuidar al marido y a los hijos, con cocinar y fruncir sobra. Luchemos por conseguir una libertad de acción.

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