Un buen fin de semana

A pesar de que no andamos muy bien y el estado griposo aún muestra sus últimos coletazos, nos fuimos a Ourense. Queríamos pasar el día con los abuelos y aprovechar para ir de tiendas.

Aunque mi hija por la distancia, casi no ve a sus abuelos, estamos alucinados con la relación que tienen. La enanita que ante su papa no hay nadie, en cuanto ve a los abuelos se olvida de nosotros. Los abuelos jugaban con ella, le decían adios y después se escondían, la peque miraba para nosotros pero se marchaba enseguida a buscarlos. Mis padres son tan felices con ella que estamos muy sorprendidos.

Mi madre siempre decía que no le gustan los niños y que ser padres limita mucho a la pareja, siempre nos aconsejo que no tuvieramos hijos, nos decía "Viajar eso es lo que teneís que hacer". Es más, el día que le dije que estaba embarazada no mostró ni alegría ni que le hiciera ilusión.

Pero ahora, la nena es la más guapa, lista, cariñosa..., se nota lo mucho que disfrutan cuando están juntos y esa relación tan especial la propia niña la siente, porque se pasa todo el día detrás de sus abuelos por todos lados.

A nosotros como padres nos encanta verlos juntos, aquí amenudo sentimos que la niña esta un poco sola, al tener a la familia lejos, pero entre escapaditas y que los abuelos se sacrifican bastante y nos hacen alguna que otra visita vamos trampeando el vacio.
Y por supuesto, aunque en Vigo tenemos poca familia la peque disfruta mucho de sus tios y sus sobrinos gatunos.

Aprovechando que estabamos en Ourense nos acercamos a las rebajas y la verdad nada que ver con Vigo, más oferta y mejor precio. Le compramos a la peque un par de conjuntos pantalón para el proximo invierno, muy bien de precio. El método nos dio muy buen resultado el año pasado así que repetimos.

La foto es del domingo, jugando en Castrelos.