29.3.07

El susto del año.

Nuestra peque llevaba varios días un poco pochiña con un fuerte catarro, comía mal porque tenía flemas y dormía peor. Pero ayer parecía estar muy recuperada durmió toda la noche y estaba juguetona.
Salimos a pasear y hacer alguna compra y entre pitos y flautas nos dieron las 22.00 horas cuando llegamos a casa. Mientras yo me ponía a preparar un biberon, su papi fue a cambiarla. Y de repente me grita todo desesperado, salgo corriendo y veo como la peque estaba sangrando analmente. Nos pusimos nerviosos y salimos disparados para el Hospital Xeral.
Mientras el padre aparcaba, la niña y yo tuvimos una entrada triunfal en urgencias, con lo desesperada que iba cai al suelo y mientras lo hacía para evitar que la pequeña llevara un golpe me ladeé. Enseguida me puse en pie y pronto vinieron dos enfermeras que cogieron a la pequeña que lloraba del susto. Me repetían: "Señora, su pierna, se la curamos", pero yo no escuchaba a nadie sólo repetía. "La niña, la niña". Decidieron pasar de mi y me dejaron entregar los papeles para que atendieran a mi enanita. Ya en la sala de espera, una señora mayor que estaba enfrente me dijo. "¿le duele la pierna?, es que los hijos dan tantos disgustos". Como soy muy mal pensada y conozco la leche de cotillas, enseguida pensé que mi espectacular entrada era el tema del día.
Y de repente me fijo en mi pierna, la media toda rota, los trozos que quedaban pegados y llena de sangre. Pero no me dolía, a mi me daba todo lo mismo, algo le pasaba a la enanita, limpie la herida con agua y a esperar a que atendieran a la pequeña.
Cuando llegó el padre, se notaba que estabamos muy nerviosos, nos pasaron prontisimo a la nueva sala de espera de pediatría. Había mogollón de niños, pero aún así no esperamos mucho.
Con el pediatra estuvo el padre, porque yo no era capaz de cargarla. Tardaron muchismo, más de media hora, se me hizo infinita, nadie puede imaginarse lo que eche de menos a mis padres o a mi hermano, aunque sólo fuera para estar allí en silencio. Por mi cabeza pasaban mil historias y cada vez estaba más asustada, se supone que soy una persona muy fuerte y que afronto bien las cosas.
Pero la angustia de esa media hora, la soledad de no tener conmigo a mi familia, esos seres maravillosos que nos quieren a los tres sin condiciones, sinceramente, sin duda fue la pero experiencia de mi vida y mira que tengo batallitas que contar.
Cuando al fin sale el padre con la niña y me dice, que sólo es una pequeña fisura externa que internamente no hay nada mala, no sabía si llorar y o reir.
Hoy estoy dolorida y tengo dificultades para moverme, pero estoy feliz mi hija esta bien, con mucho sueño. Y a mi familia decirle: QUE OS ECHO MUCHO DE MENOS y que os quiero a todos. Menos mal que falta poco para las vacaciones.

1 comentario:

dulaman dijo...

Menudo susto me has dado también a mi con el post! Menos mal que no era nada.
Un beso muy grande y cuídate mucho.