5.12.06

El super cumple



Bueno como ya os conté el sábado 2 celebrabamos el primer super cumple. Era una fiesta de amigos del grupo de papis y sólo faltó Eli que ante las previsiones de temporal me decía que no sacaba a los gemelos de casa. Como de costumbre, Dios adora a mi hija y siempre que es un día especial para ella, sale el sol. Vino mi amiga Salomé, su marido y los tres peques, de ella os tengo hablado mucho porque siempre le esta regalando cosas a mi hija, también vino la tierna de Aurora que esta empeñada en hacerle un reloj bordado con su nombre, Beñoga, Raúl y el pequeño Diego que con tres años es más alto que Alba que tiene cinco y aunque un poco pochita estaba por allí jugando con el resto de los niños. Mi querida Carmen bajó del bus que la traía de Coruña y sin parar en casa se plantó en la fiesta, Eva también apareció, es una joya de amiga que me dio mucho cariño en los momentos duros, Xan y Lucia que es la pareja a la que todos acosamos para que se animen que nos gustaría ir de boda. Tan encantadores como de costumbre estuvieron Lupe y Manolo, la juerguista de Avelina que es imparable y toda la familia, Elena y Juan, Carmiña que con 93 años era la reina de la fiesta y por supuesto la Tatita y la abuela Pepa.
Toda celebración tiene su momento especial y para mi fue la llegada de la tia María, porque ella sabe lo mucho que la queremos y el otro gran momento fue cuando la abuela Pepa fue a recibir a su hijo Francisco, el padrino y le acariciaba, todo el mundo se quedó maravillado del cariño que la madre mostraba a su hijo. A veces por eso que somos mayores no expresamos lo que sentimos y mira que sienta bien, sería bueno hacerlo más amenudo y desde luego es sano mostrar nuestros afectos en público, es valiente dar amor en todas las ocasiones, y no debemos cortarnos porque nos vean o porque los que nos rodean son menos afectivos, las limitaciones de los demás no pueden marcar nuestra vida y ojalá nunca nos tengamos que arrepentirnos de nuestros silencios.
Una mención especial se la merece Merchi, que como es costumbre en ella, ES LA MEJOR y sin ella, no hay fiesta.
Lo pasamos genial, acabamos a las doce porque había niños si no seguro que la fiesta continuaba.
En días como el sábado me doy cuenta de la suerte que tengo, por mi marido, por mi hija, por la familia, pero especialmente, porque no debo ser una mala persona, cuando cada día recibo tanto cariño y que tenemos unos amigos dispuestos a organizarle a mi hija una fiesta tan maravillosa.
Y esta es la primera de todas, porque a un le falta la fiesta familiar y la de los padrinos maternos. Y seguro que ahí no acabará la celebración. Y eso que en esta eramos 28 personas.
En la foto podeís ver a mi nena con el vestidito que le regalaron Xan y Lucía, ¿a qué esta mona?
Con su nuevo triciclo imaginarium que es una monada.

1 comentario:

Anónimo dijo...

lo bueno de la vida es descubrir que tenemos amigos. Y los amigos son un tesoro, por eso hay que cuidarlos, no lo olvides nunca.
Besos y ojala celebremos muchos cumpleaños mas