29.12.07

Y continua la navidad cargada de mocos. Los antitermicos


Y en estos días de paz y amor, nosotros continuamos compartiendolo todo, especialmente el catarro. Ahora que el pequeño polvorón está casi curada, comienza Frander. Ayer a la noche antes de ir a la cena con sus tios tenía 39, 5 de fiebre, con el dalsy le bajo rápido. Durante la cena estuvo bien, apagado pero sin picos, en el camino de vuelta a casa, vomitó y hoy a la mañana tenía de nuevo 39,40.
Hemos empezado a utilizar el dalsy combinado con el apidetal para evitar subidas de fiebre. Seguimos las recomendaciones del pediatra, una hora después de administrarle el dalsy le damos una dosis de apidetal, independientemente de la fiebre. La dosis de dalsy sigue la regla de 1 cada 3 Kg de peso, como el pequeño Frander pesa nueve kilos le damos tres de dalsy. En el caso del apidetal la regla no es tan matemática y es el medico quien te dice la cantidad. Siguiendo las recomendaciones de la casa farmaceutica un niño con edad comprendida de 12 a 24 meses le corresponde 1,6 de apidetal. Pero en el caso de Frander su pediatra aconsejó 1,4.
Esta vez se nota que ambos niños tienen un fuerte catarro porque vienen cargaditos de mocos.
Es más aparte de la metralla de antitérmicos le estamos dando un descongestivo nasal, el Pairoterín, que carece de contraindicaciones, es más el otorrino nos recomendó suministrarlo de forma intercalada cada 15 días aunque el niño no tuviera moco ni catarro. Y como guinda un poco de agua de mar por la nariz.
Teniendo dos niños tan pequeños juntos no podemos evitar que se pasen los virus de unos a otros. La semana pasada estuvo "fatal" como diría el pequeño polvorón, la niña y el padre, ayer comenzó Frander y hoy a la mañana soy yo quien ha comenzado a medicarse.
Y lo peor de todo es el cansancio acumulado, son demasiadas noches sin dormir pegada al termómetro.
Hoy tengo otra fiesta navideña y la verdad no apetece nada ir, no por la gente si no por este cansancio tan grande. Desde que vino Frander, mi vida es como una maraton todos los días. Primero el pesado papeleo, hay que reconocer que la Administración no facilita nada, después las revisiones médicas, las terapias y las enfermedades y contagios multiples.
Se que hay gente que ha llegado a pensar que me pasaba algo porque no quedo con nadie, pero la verdad es que no he tenido tiempo para nada ni siquiera para mi. Os pido disculpas a todos los que en algún momento os pude hacer sentir que pasaba de vosotros y que sepaís todos que sigo siendo fiel y muy agradecida a mis amigos y seres queridos. Y me comprometo a lo largo de las navidades a hacer un hueco para pasarlo con todos.
Y ahora me gustaría tener un recuerdo especial para Antonia, la tía de mi marido que nos dejó ayer y que sin duda era una bellisima persona, que quería mucho al pequeño polvorón. Y muchos besos para todos los que la querían y sienten su pérdida.
A mi me gusta pensar que existe un lugar paralelo a este donde la vida continua. Supongo que las personas que hemos sentido pérdidas importantes, o en algún momento vivimos situaciones complicadas, no podemos evitar negar la muerte, no asimilamos el fin de todo. Y cada uno de nosotros se monta su propia película a su manera. En mi caso tuvo el privilegio y la mala suerte de tener y perder a una segunda madre, mi querida Dora y cuando me he sentido asfixiada le he rogado que no me dejara sola y seguramente no lo niego, son comeduras de coco pero siempre tuve la fuerza de superación necesaria. Así que como no hago daño a nadie, seguiré con mis pequeños momentos totalmente irracionales y le deseo a Antonia un tranquilo viaje y un feliz reencuentro con sus seres queridos.
Bueno la foto de los niños es en casa de sus tios, el día de nochebuena al lado del árbol.

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