Con Violeta

Pues sí, al fin conocimos a Violeta. Voy a ser osada y espero que sus padres no se enfaden conmigo. Pero me gustaría contaros que Violeta es simplemente una niña preciosa en la que sus padres confian y están convencidos de que puede y se nota.

Violeta tiene la misma edad que mi hija, se llevan un mes, a las dos les gustan los cuentos, las dos saben leer, a las dos le gusta jugar a las cocinitas, son bastante coquetas y resabidas, les gustan las peliculas, aficionadas a la sirenita, les gustan los calamares y el pan, subirse a todas partes para saltar, los parques, bailar, son mimosas y ambas les encanta hacer de mamá de Ander, a quien riñen.

Ander es otra historia, al él le gusta el futbol, correr, las peliculas solo de animales, le importa muy poco como va vestido siempre está guapo, su ídolo es spiderman y le daba lo mismo las broncas de la otras dos "maripilis".

Se notaba mucho que era el más pequeño que querían mandar en él y por otro lado las imitaba.

Cuando vimos a Violeta fui consciente de la importancia de este año que comienza para Ander, tiene que empezar a leer y lo va hacer como todos los niños de último año de infantil. Pablo dice que ya está preparado para ir empezando, cada día se ánima más hablar, dice más palabras, frases cortas y palabras con más de dos sílabas ( en parte hay que darle las gracias a la guitarra española, porque no le vale otra y a esa maravillosa canción de "cumpleaños feliz").

A Violeta le tengo que agradecer mucho su visita, ha sido aire fresco, por trabajo llevaba una temporada escuchando lo que "no que no pueden hacer los niños catalogados de NEE" y reconozco que a veces me faltan las fuerzas de tantas y tantas veces que pregunto: ¿Y han probado a darle una oportunidad?.

La verdad es que lo pasamos bien, fuimos muy malos afintriones porque de Vigo no vieron más que el mar en barco, eso pasa por no planificar las cosas. Aprovechamos los dos días para reirnos mucho, la gracia andaluza tenía que notarse.