Mis principes

Otra semana de locura, mucho trabajo y corriendo de un lugar para otro. Los niños en el cole y esta semana fue la última sin actividades extraescolares.

Sobre Ander contaros que lleva muy bien los cambios aunque comienzan de nuevo a emerger los miedos, es como si nunca lograramos romper de todo con su pasado. Es increible como un niño tan pequeño puede tener tan arraigado sus temores. Cuando va al cole y su papi lo deja en la puerta del aula en la fila, él está contento, el problema es cuando lo llevan fuera del aula, comienza a llorar sin consuelo. El sabado fuimos a un congreso y lo dejamos en la zona de guardería con todos los niños, estaba feliz. De repente nos llaman, Ander está llorando deseperado y simplemente era porque se lo llevaban al comedor. Tenemos la teoria de que estas situaciones le recuerdan a su étapa en el orferinato. Han pasado dos años y el niño todavia no ha superado de todo sus conflictos, lo que demuestra lo mucho que sufren la falta de afectos. Me preocupa mucho que mantenga esta situación especialmente ahora que se le veía tan feliz e incluso ya le está saliendo todo el pelo.

Por lo demás todo va bien, su profesora es estupenda ha logrado controlarlo y lo está estimulando muy bien especialmente en el tema del lenguaje. Por ejemplo, obliga al resto de los niños a hablar con Ander cuando quieren llamar su atención, la consecuencia es que Ander se esfuerza más por comunicarse con palabras.

Sobre nuestro pequeño polvorón deciros que es una cotorra se pasa todo el día hablando y opinando de todo, es inagotable además de mandona, nos tiene a todos a la línea.

Esta semana prometo escibiros para contaros nuestra experiencia en las actividades extraescolares pero ahora me voy a dormir, estoy demasiado cansada.