1.6.08

Un sabado muy animado














































Tengo una amiga que ayer me decía que nunca disfruto tanto como ahora que tiene a su pequeña. Siempre les ha gustado viajar y me decía que se lo pasan como nunca desde que va la niña. Acaban de llegar de Italia y ya están planeando a donde van a ir en las siguientes vacaciones. Es cierto, que su hija con tres años no se acordará de su visita a Roma pero juntos toda la familia lo han disfrutado mucho. A nosotros nos pasa lo mismo, antes de casarnos todo el tiempo libre era para hacer un viaje algún sitio, los tres primeros años de pareja por cuestiones de trabajo no parabamos de ir de un sitio a otro y llegó un momento que mi único deseo era estar en casa y dormir.
Pero ahora hacemos tantas cosas con los niños que de nuevo me apetece salir y hacer algún viajecito. Ver sus caritas cuando van a un sitio que les atrae, ver como juegan, como se rien ....Te obligan a ser feliz.
Ayer, nos levantamos temprano y fuimos a llevar a los niños al teatro, la cara de asombro, los ojos abiertos como platos,...Era una obra para niños entre 2 a 5 años, pero creo que todos los padres y madres que estabamos allí lo pasamos igual de bien.
Después como era temprano, nos quedamos en la Pequeteca, que es una sección que hay en la Biblioteca Central para niños de hasta 3 años. No sé como me las arreglo pero siempre acabo leyendo cuatro o cinco cuentos seguidos y con un auditorio de crios, mi marido dice que tengo un don para contar historias.
Y como nos habíamos levantado tarde nos fuimos a una terraza, mientras el pequeño polvorón jugaba a la pelota con sus dos amiguitas María y Andrea.
Después de comer salimos para ver la batalla de flores. Cualquier parecido con la idea original de la batalla de flores era mera coincidencia, cuando yo era cria, las carrozas que desfilaban las hacían con flores cada barrio la suya y los niños que desfilaban eran los de la zona. Incluso había premios para las mejores. Ahora en la era del consumo, desfilan el Corte Ingles, Carrefour....Una pena.
Pero a pesar de los pesares a los niños le gusta. Cuando estabamos en la calle para verla y la nena bailaba una muñeira con el pobre de Ander que estaba sentado en su sillita. Llegó mi amiga Carmen quien nos invitó a todos a verla desde el balcón de su casa. Tenías que ver a los crios de pie los dos agarrados a la barandilla, nerviosos de contentos, tirando serpentinas por el balcón, gritando como locos, Ander no paraba de bailar y la nena de gritar cada fruta que veía. La batalla de flores tenía como tema las frutas.
Lo pasamos todos genial y como una imagen vale más que mil palabras, os cuelgo unas cuantas.









1 comentario:

mili-violeta dijo...

Me alegro de que os divirtierais todos juntos.¡¡Vaya carita de asombro de Alex, en el balcon,je,je...

Besos para los cuatros.