Si algo he aprendido con el pequeño polvorón es la importancia de conocer a tu hijo y de observar sus conductas. Mis dos pequeños funcionan de forma muy distinta en sus hábitos cotidianos y en su metodología de aprendizaje. Mientras el pequeño polvorón lo imita todo, si quieres que realice una tarea tenemos que hacerla nosotros primero, Frander aprende por repetición, primero tiene que hacerla él al menos unas dos con anterioridad.
Teniendo claro cual es el método más sencillo para estimular a tu hijo en una nueva tarea, durante el puente aprovechamos para sacar el pañal a nuestra pequeña.
Conociendo su potencial de imitación, nuestro primer intento fue encontrar una adaptador con escalones para el baño, así no sólo sería el método más natural si no que además podía tomarselo como un juego por el tema de los escalones. Por falta de tiempo, no encontramos nada ya que la forma del inodoro no es circular, pero que conste que en el Imaginarium teneís un modelo adaptable a cualquier baño por unos 39 euros.
Un orinal tipo nos complicaba mucho el aprendizaje porque ella no lo distingue como un objeto cotidiano. Así que un día encontramos por casualidad en una tienda de Torrecedeira esquina con el parque Camilo José Cela en Vigo, una silla con orinal, a un precio increible 4 €.
La colocamos en el baño y le eseñamos a levantar la tapa y a sentarse. Además con anterioridad le mostramos la diferencia entre un pañal y una braga y que sólo los bebes llevan pañal y ella es mayor.
El día 1 de noviembre era el primer día sin pañal. Inicialmente la dejamos todo el día sin nada y cada poco le ofreciamos el ir al baño. A primera hora de la mañana lo hizo en el suelo, para ella fue una sensación tan desagradable que se asustó muchisimo así que cogió su silla-baño se sentó y pasó todo el día sentada sin moverse. Obviamente no fallo en todo el día.
A última hora del primer día sin pañal, vinieron los peques Eloy y Ana, así que decidimos salir para que jugaran todos juntos.
A nuestro polvorón le pusimos una braga-pañal y le explicamos la diferencia entre esta y el pañal de Frander. A pesar de nuestra insistencia en ofrecerle ir al baño, se hizo todo encima.
Pero aún así, para ser el primer día el resultado no fue malo, en casa bien pero en cuanto salía a jugar se olvidaba.
El segundo día el resultado fue similar en casa lo hizo en su sitio, pero en la calle no. El sábado y el domingo que pasamos la mayor parte del tiempo en casa, todo fue bien.
Pero el lunes comenzaba la prueba de oro, el primer día de guardería. En la guardería preferían que llevara bragas de tela y nada de otras modalidades de pañal. Sus monitoras cada hora le ofrecen ir al baño. A primera hora de la mañana se le escapó la orina, notó que llevar una braga de tela era lo mismo que no llevar nada y no volvió a cometer el error. En la guardería estaban alucinadas de lo rápido que había sido todo el proceso. Así que nuestro pequeño polvorón ya es mayor, no tiene pañal.
Que conste que pensé que este sería un proceso más dificil y que todos lo llevaríamos peor, me veía todos las vacaciones limpiando el suelo, pero no fue así, solo hizo falta aprovechar su capacidad de imitación.
Si Frander continúa como hasta ahora, cuando llegué el momento de retirarle el pañal, el método será distinto, si le resulta más fácil la repetición, tendremos que ponerlo en el orinal más tiempo y no será tan importante la forma.
Antes de empezar el proceso había leido un poco sobre el tema. Tanta lectura creo que me lió un poco más, especialmente cuando te dicen que debes escoger el momento en que el niño este preparado, que sea capaz de controlar sus esfinteres, tienes además que tener algo de tiempo libre y ponerte de acuerdo con todo el mundo. En muchos libros aconsejan también la época del año preferentemente en primavera o verano, por lo del calor ya que van desnudos y los expertos hablan de que la mejor edad es entre los dos y tres años.
Si algo me quedó claro es que hay que aprovechar el potencial de tu hijo, sabrás como hacerlo si observas sus hábitos. Personalmente dudo mucho que nuestro pequeño polvorón tuviera control de nada, es más amenudo te decía que "pis" y no era verdad. Ella desconocía cual era la sensación, creo que comenzó realmente a ser consciente el primer día que estuvo en el orinal, primero al descubrir lo desagradable de estar mojado y después por ensayo-error, había veces que su percepción de haber orinado era real y otras no, así que a lo largo de ese día aprendió a identificar las distintas situaciones. Este proceso en cada niño dura el tiempo que necesiten, por eso no son ni más listos ni más burros. Lo que está claro es que tenemos que adaptar la situación a las particularidades del niño. Mi amiga Julita me contaba que su hijo quiso sacarse el pañal enseguida, pero le costó muchimo no orinarse encima, después no había forma de que lo hiciera en el orinal, tuvo que poner el adaptador del baño, el proceso fue lento, por contra su hija Anita, no demandó que le sacaran el pañal hasta casi los tres años, aprendió rapidisimo y le valía perfectamente el orinal. Lo mismo puedo contaros de los gemelos Alejandra e Iván, Alejandra aún duerme con pañal mientras Iván se levanta sólo por las noches para ir al baño. Ruth por ejemplo, la hija de mi amiga Salomé tomó ella la iniciativa, al verse con sus primos mayores en la aldea todo el verano y ser la única que llevaba pañal.
Cada niño es distinto y esas diferencias debemos aprovecharlas para conseguir cada nuevo paso.
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