2.6.12

El fin de curso

Ya estamos a final de curso, esa época maratoniana que acaba con nuestras energias. Cada uno de mis niños la vive de forma distinta, mi pequeño polvorón está muy centrada, tiene como objetivo sacar buenas notas y se esfuerza por calcular, leer todas las noches e incluso se atreve a hacer de profesora con el pobre Ander que tiene más paciencia que el santo Jo. Personalmente creo que ese deseo de superación va muy unido a la gimnasia rítmica, su gran pasión. Los sabados nada más levantarse ya se pone a entrenar, es tan cabezona, que hasta que logró hacer el pino de dos formas distintas no paró, esta semana consiguió su objetivo de hacer el spagat frontal, el lateral lo hace desde pequeña.

Y como era lógico su hermano se pasa el día imitándola y ella es su entrenadora personal.

Esta semana actuó con su club de gimnasia y mañana repetimos en el día de la ritmica. Con su traje estaba emocionadisima y su hermano en las gradas era su primer fan.

Para Ander sobraban el resto de la deportistas, solo existía "nana".
Por el contrario, Ander está extraño, melancólico, en busca de afecto y muy apegado a su padre. Creo que estas semanas le ha pasado algo que no sabe expresar y de alguna forma se siente mal. No sabría explicarlo pero tiene reacciones extrañas, el otro día, a la hora de comer, se sentó en la puerta y se puso a llorar llamando a su padre y no tenía consuelo. Los fines de semana cuando estamos todos en casa, él está perfectamente, pero por la semana se agrava su necesidad de afecto físico, especialmente de papá.
A veces pienso que está relacionado con sus pequeñas crisis de alopecia, ahora tiene una pequeña calva y por la experiencia de ocasiones anteriores somos conscientes de que le afecta mucho, los niños a veces se meten con él. No puedo asegurar que realmente el motivo de su cambio tenga relación con su calva o que realmente la calva se deba a un momento de estrés. A principio de curso había una niña mayor muy mandona que le pegaba y también pasamos por un momento crítico similar.
Son consciente de que a nivel social llegará un momento que tendremos que enfrentarnos a situaciones complicadas y espero que  juntos seamos capaces de dotar a nuestro niño de los recursos necesarios para resolver sus problemas y superar la frustración. Tampoco quiero darle más importancia de la que tiene, Ander tiene que ser capaz de cambiar las situaciones adversas y de comunicar sus problemas y en esta línea es por donde tenemos que trabajar.
Nos centramos en obligarle a hablar, "dinos qué pasa", "con palabras" y lentamente vamos consiguiendo que exprese sus sentimientos, pero le cuesta.
El próximo día 10 de junio cumple seis años y en un calendario va apuntando cuántos días faltan y pensar en su cumple le produce la sensación contraria, se pone supercontento.
Está deseando celebrarlo con sus amigos, aunque por cuestiones familiares la fiesta se retrasará un poco. A pesar de que Ánder pueda estar triste por una cuestión puntual, también hay que reconocer que tiene grandes amigos y amigas, que lo quieren muchisimo y por supuesto, él a ellos.