Desde que le sacamos el pañal al pequeño polvorón tengo un cansancio enorme por falta de sueño. La niña se despierta entre dos y tres veces por la noche para ir al baño.
Le tenía cierto miedo al momento de enseñarle el control de esfínteres, porque me parecía que tenía que ser más complicado, era un gran cambio. Por suerte todo fue más fácil de lo esperado.
Estaba mentalizada para pasarme quince días con la fregona preparada, pero lo hizo una vez, se sintió mal y nunca más. Pero ese grado de responsabilidad de la niña, hace que por la noche este pidiendo para ir al baño tantas veces. Todo tiene sus ventajas y sus desventajas.
Ahora es el momento de enseñarle a vestirse y desvestirse, hoy sabe sacarse la ropa, con los botones es algo bruta .Es gracioso verla cuando le toca el baño, porque en cuanto ve que comenzamos a llenar la bañera se desnuda sola.
A nivel psicomotriz, tiene muchisima agilidad, como os he contado con anterioridad es una gran trepadora. Sube las escaleras sola perfectamente.
Al vestirse se sube las faldas y pantalones pero no es capaz de ponerse una camisa, poco a poco.
A la hora de comer tiene muchisima destreza y maneja bien la cuchara y el tenedor.
A nivel cognitivo cada vez adquiere más vocabulario, utiliza frases de hasta cuatro palabras, sabe decir todos los colores y distinguir algunos, en la guardería están trabajando con el rojo. Sabe contar hasta el 10, cuando sube las escaleras le gusta contar todos los escalones a cada paso que da.
Distingue bien las formas y en los juguetes de piezas sabe encajar el circulo, el cuadrado y el triángulo. Esto lo aprendió con un juguete muy simple que trajimos del Pais Vasco, es una especie de piano con un martillo, golpeando el teclado, saltan las piezas de la parte superior. Es un juguete muy educativo porque en primer lugar es útil para que los niños entiendan conceptos como el de causa-efecto y por otro lado sirve para que conozcan las formas cuando les mandas colocar "el cuadrado o el triangulo en su sitio".
En la guardería están trabajando con el inglés, ella sabe que existen otras lenguas sabe que "gato" también puede decirse "cat". Y en casa aprovechando que la musica popular gallega es muy rítmica y a casi todos los niños de esta edad les resulta divertida, con la pandereta cantamos y bailamos canciones tradicionales. Ahora estamos con el "bailaches Carolina".
Con el pequeño polvorón estamos entrando en la fase critica de los berrinches y rabietas, basicamente en su caso, son por dos motivos: la fustracción cuando no logra hacer o tener algo y por poner aprueba las reglas y los limites. Por norma, la situación la dominamos rápido con unos breves segundos de "tiempo fuera", en cuanto no nos ve para. El problema está cuando hay otras personas cerca y con la sabiduría que todo el mundo posee sobre los niños y especialmente sobre los hijos de los demás con los que no conviven, comienzan a consolarla o a darle lo que pide y por no mandarles "a tomar por...·, callas, a sabiendas que es un error y que en cuando se vaya esa persona estaremos peor que antes. Además la gente tiene discursos para todo: "si la niña tiene muchas responsabilidades", " si se le pide demasiado", "si aún no tiene ni dos años"....
Es obvio que la niña es feliz, siempre está contenta así que tan dura no es su existencia. En segundo lugar, todos los estudios y los expertos aseguran que durante los primeros años de vida es cuando hay mayor oportunidad para desarrollar todo su potencial para aprender, comienza a hablar, a andar, coger, su desarrollo cognitivo pasa del gráfico al simbólico..., casi todas las destrezas que poseemos las aprendemos en los primeros años de vida.
En el caso de Frander el trabajo es más intenso. Por un lado, luchamos contra su hipotonía, con masajes y ejercicios. Ha adquirido un buen tono muscular en brazos y torso, en las piernas cada vez es más aceptable pero le falta un poco para poder caminar solo. Da sus primeros pasos y ahora estamos potenciando los movimientos de sentado a de pie.
También trabajamos su psicomotricidad fina, saca y mete objetos encajables, comienza a usar la cuchara, maneja el dedo indice para ciertas actividades como tocar las teclas de un piano y ahora comenzamos con la fase de pasar las hojas de un libro. Dentro de poco comenzaremos a enseñarle a hacer la pinza ( juntar el dedo indice y el pulgar) para coger cosas pequeñas.
A nivel cognitivo, igual que hicimos con el pequeño polvorón nos esforzamos en controlar su atención, a ese nivel creo que la situación está bastante dominada, siempre y cuando no intervenga la bondad y sensibilidad humana, y a la gente se le de por decir, que no hay que presionarlo.
También comenzamos a encargarle tareas, tiene que adquirir responsabilidades. Por el momento la de recoger los juguetes, todas las noches, él recoge los juguetes que están cerca suya, metiendo los cubos unos dentro de otros, o los circulos en el palito y el pequeño polvorón coloca cada pieza en su sitio, es un trabajo en cadena.
Os puedo asegurar que el niño es muy feliz, se pasa el día observandolo todo y riendose. Ayer estuvo de juerga con su abuela Pepa hasta las doce y como se reía.
Pese a quien le pese hará lo mismo que hace el pequeño polvorón, que ser un down no significa ser "retrasado mental", significa tener una capacidad de aprendizaje distinta y en algunas cuestiones más lenta. Por eso hay que potencializar sus capacidades y donde falla cambiar la metodología.
El niño nunca ha sufrido rechazo por ser down, es más, quizás porque la gente con la que yo me desenvuelvo tiene un cierto nivel, su grado de aceptación es increible, en el sentido de que ven en Frander un niño más con el que jugar sus hijos. Les llama más la atención por sus rasgos nórdicos que por sus rasgos down. Es cierto, que su palidez y lo rubio que es, le marcan bastante.
Pero el problema con el que me estoy encontrando y que no contaba con él, estaba preparada para el rechazo o las malas caras, pero no para "los sabios", aquellas personas sin formación específica relacionada con el tema, o que ni siquiera son padres ni educadores, que lo saben todo sobre los down, son esas personas que te cuentan todos los tópicos: "estos niños son especialmente cariñosos, no se enfadan nunca", (pueden pasarse por mi casa a comprobarlo)....
Es inutil discutir, es inutil enseñarles a Frander, ayer me decía alguien que en cierto modo es de los que defienden estas teorías y desde luego no ve con malos ojos la educación especial, ante los avances del niño, "claro que en un mes aprenden mucho" a lo que yo ya de malas pulgas le contesté: "pues en 16 que llevaba en el centro de menores, debía tocar ya el piano".
Esta claro que a la gente le cuesta muchisimo cambiar su chip, ver que existen avances médicos que curan enfermedades mortales, tanto genéticos como tecnológicos, un ciego llega a ver manchas con una cámara en su cerebro, hay niños down que estudian carreras universitarias, personas con paralisis cerebrales que se licencian en derecho o se dedican a la política, o ahora que se está empezando en el campo del autismo, hay niños autistas que están finalizando sus estudios primarios.
Todo esto se debe a que los avances de la medicina hacen que se rompan muchas limitaciones, un down es hipotónico necesita más ejercicio pero como tiene problemas de cardiopatia no lo hacía y por encima por lo del corazón no le obligamos hacer nada, a lo mejor se rompe. La ciencia ha resuelto su cardiopatía, lo mismo que su tendencia a engordar por las alteraciones del tiroides, que se controlan desde su nacimiento, o que tenga la lengua de un tamaño mayor, que también se puede operar, o la miopia que se resuelve con una sencilla operación laser. Sin sus limitaciones físicas, sólo queda controlar las limitaciones cognitivas, son niños con mayor capacidad memorística y mayor constancia, claro su capacidad de pensamiento simbólico es mucho menor y su terquedad mayor. La cuestión está en canalizar lo positivo para que pueda alcanzar sus metas en donde parte con desventaja.
Para que veaís un ejemplo práctico de su terquedad, lleva más de una hora intentando sacarse un zapato, primero había que desatar la doble lazada que les pongo y después sacar una bota alta del pie, que estaba bien metida. Pues lo ha conseguido, le llevo su tiempo, pero prueba superada.
Mi pequeño polvorón hubiera desistido a los 15 minutos, como mucho lloraría para que alguien se lo sacara y en caso de no conseguirlo, cogería otro juguete y a otra cosa mariposa. Es muy importante conocer a tus hijos para orientar su educación aprovechando su potencial.
En la foto de la peque podeís descubrir que una de sus mayores pasiones es el chocolate.
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