Ni contigo ni sin ti

Primero me gustaria mandarle un beso fuerte al padrino que estuvo esta semana un poco pocho, este año el otoño viene raro.

Ahora me gustaría hablaros del proceso de adaptación de Frander y del pequeño polvoròn en su papel de hermana mayor.

A Frander los primeros días le resultaron dificiles, lloraba bastante. Hasta que llego a Vigo nunca nadie le obligaba hacer cosas, no tenía porque tomar el biberon, ni comer, ni ponerse de pie, ni andar....cuando quería algo, lloraba y se lo daban. Pasaba la mayor parte del tiempo durmiendo, hasta 16 horas diarias y el resto se invertian en convencerlo para comer.

Obviamente, el cuento cambió pronto, somos padres trabajadores, así que a las siete todo el mundo en pie y a desayunar rapidito, siempre andamos con prisas para todo. Lo primero que aprendió Frander, es que él nunca gana que tiene que hacer lo que se le mande y esforzarse como los demás, como el pequeño polvorón, porque nada es regalado. Ahora está aprendiendo a recoger los juguetes.

A día de hoy, es un niño muy feliz, se pasa el día riendo, moviendose y alcanzando nuevas metas diarias.Lo mismo que el pequeño polvorón, que ahora comenzaremos a trabajar el vestirse y desvertirse solita, porque saca pero no pone.

La relación entre ellos es muy especial, la niña enseguida acogió a Frander, es lo primero que busca nada más levantarse de la cama, le dice: "hola Ander ¿qué tal? ¿bien?", nos hace mucha gracia cuando suelta toda la retaila. Durante las comidas ejerce de hermana mayor diciendole todo el rato: "come", "boca Ander", "todo, todo, todo". A nivel de compartir los objetos, su relación es más curiosa, el pequeño polvorón inicialmente se queda con todo, pero a los pocos segundos le da pena y comienza a darle una montón de cosas, Frander se aprovecha de ella y cuando un juguete está lejos, consigue siempre que ella se lo acerque.

Si ella llora a él le da lo mismo, pero en caso contrario, ella va corriendo y le abraza. Se pone muy nerviosa cuando Frander llora, tiene que consolarlo enseguida. Es un método para llamar la atención que a Frander le funcionaba muy bien, hasta ahora.

Cuando salimos a pasear en la silla gemelar se pinchan mutuamente, él le tira del pelo y ella de la oreja, una reacción muy típica de hermanos, ni contigo ni sin ti.

Frander echa muchisimo de menos a su hermana, su expresión de alegría cuando están juntos es increible y sin duda es la persona a quien más caso hace.

Es curioso la gran estupidez que mostramos los adultos a veces. Hay quien no ve en clave de igualdad a Ander, hay quien justifica la educación especial, hay quien quiere darle unos cuidados determinados como si el niño fuera de cristal o algo así.

El pequeño polvorón no entiende de niños especiales ni de discapacidades, así que en sus juegos se le monta encima, le tira al suelo, le achucha hasta aburrirse...Pero tampoco Frander se queda atrás, él no es consciente de lo que piensa la sociedad, así que le saca los juguetes a la hermana, le tira del pelo, se lanzan aros a la cabeza,... y eso que no andan solo, todavía.

Os cuelgo unas fotos muy ilustrativas, son de hoy después del desayuno.La pelea la empezó Frander intentando adueñarse del libro que ella tenía, como no se lo daba la tiró al suelo y allí continuó con el pelo de la niña. Depués la cosa fue a peor se disputaban un sonajero con forma de huevo, a partir de este momento las cosa cambian y el pequeño polvorón comienza a ganar la disputa, por algo ella es mayor. Y el final de la historia es siempre le mismo, una riña para ambos y en este caso una mayor para la peque por subirse encima de su hermano. Pero está claro que entre ellos se entienden y resuelven sus problemas.