Los fines de semana son demasiado cortos

Llega el fin de semana y uno tiene tantas cosas que hacer y quiere hacer tantas cosas que nos falta tiempo.

Por un lado hay que preparar todo para perder el menos tiempo posible durante los días laborables. Y el viernes te encuentras con una montaña de ropa para lavar y planchar. Dos niños manchan mucho y los mandilones vienen llenos de pintura.

Y además tenemos unas ganas increibles de hacer cosas con ellos. El fin de semana del puente fue maravilloso, un día fuimos al Samain, la fiesta de las calabazas de Navia. La niña se asustó bastante, muchisima gente y todo tan oscuro, la única iluminación que había era la de las calabazas, a pesar de que alli estaban sus amigitos Ana y Eloy.

Ese fin de semana, también trasnocharon saliendo de cena por ahí en dos ocasiones, que se portaron muy bien. especialmente la primera noche que había más niños y el pequeño polvorón se fue a las tantas a jugar.

Otro día del puente se fueron "os lobiños" con Anita y Eloy, sólo con verles la cara se contagiaba su felicidad.

Este fin de semana es más tranquilo también porque es más cortito. Pero aún así da gusto verles disfrutar de estar en familia. El pequeño polvorón piensa que su hermano es un bebe para jugar, así que lo metió en la silla de su muñeca y lo pasea por la casa. No le deja en paz, le saca a bailar, le achucha, le da de comer....
El niño todos los lunes está muy triste porque le falta su hermana.

Hoy también los llevamos al "lobiños" a jugar, es la primera vez que Frander está dentro de la piscina de bolas y se lo estaba pasando pipa.

Bueno es sabado y son las 00.30 horas me voy a ir a dormir que mañana los niños no saben de festivos y a las ocho como más tardar vendran pidiendo el "Cau" (cacao).