30.10.07

A la carrera


Seguro que más de uno penso que he abandonado el hermoso hábito de escribir en este blog. No, por el momento no tengo pensado cerrar esta página, se ha convertido en un lugar donde expresarme sin tapujos, donde sonreir los días buenos y descargar los cabreos.

Desde que nació mi pequeña mi caracter ha sufrido grandes cambios, suavizandose mucho. Soy bastante pasota, indiferente y más tranquila, tengo menos "prontos".

Pero como todo el mundo a veces me enfado conmigo misma, con los que me rodean, con el mundo y especialmente con los políticos. Y este blog es el mejor medio de canalizar todos ese maremágnum de sensaciones buenas, malas o confusas.

El otro día alguien me preguntaba si no estaba preocupada por la pérdida de intimidad al hacer pública mi vida en internet y en cuanto me lo dijo, me preocupe mucho pero por mi interlocutor, por lo triste que podía ser su vida, porque en cada post no he contado más que una anécdota del día, que 24 horas me dan para mucho y las vivo lo más intensamente que puedo y como decían en un famoso concurso televisivo "hasta aqui puedo contar...". Además soy muy desconfiada y recelosa.

Pero hoy os quiero contar como me siento, me siento cansada, agotada, con ganas de descansar.... Me paso el día a la carrera, es más, os voy a desvelar un secreto que es muy significativo.

Hace muchos años tenía un jefe que mentía constantemente, estoy convencida de que era un mentiroso compulsivo sin diagnosticar. Me volvía loca, me decía haz esto y al día siguiente me preguntaba por qué lo hice. La situación llegó hasta el punto de pensar que mi memoria, uno de mis grandes dones fallaba exageradamente. Mi capacidad memoristica está por encima de la media, no quiero parecer creida, por contra mis habilidades psicomotrices son penosas, pero el merito no es mio, si de un trabajo muy elaborado que insconscientemente llevó a cabo mi madre y sin darse cuenta. Siempre hicimos asociaciones de fechas y sucesos, chapabamos todo al pie de la letra, aún hoy recuerdo muchas poesías, no podíamos olvidarnos de las fechas relevantes pero hasta de la tia abuela.

A pesar de todo, mi jefe me hizo dudar, así que comecé a apoyarme en "la agenda negra". Ahí apunto lo que tengo que hacer y lo que hago, hasta las llamadas de telefono.

Realmente es un diario, con apartado de tareas de trabajo, pero cada año más esquematizado.

Pues últimamente del mogollón de cosas que tengo que hacer el espacio no me llega y comienzo a llevarla llena de papelitos adicionales.

Lo mío es grave, con lo maniática que soy con los temas de los niños, tarde más de un mes en llevar a la guardería de la cria las fotos carné, la semana pasada me olvide de ponerle en la mochila el mandilón y no me di cuenta hasta el miercoles. Esta semana más de lo mismo. La pobre fue a natación sin bañador, se me paso la cita del medico y hasta ahora no me había acordado de pedir otra cita.

Lo peor de todo es que esoy perdida en el medio de papeles y más papeles. De tramites y gestiones varias, desde que vino Frander, me he recorrido todas las Administraciones y todavía me queda.

Tengo la sensación de que mi tiempo, el tiempo de disfrutar de mis hijos, se me escapa en la cola de alguna Administración. Cómo es posible que en el S.XXI, un ciudadano espere cuatro horas para entregar el papel que el día anterior no te habían informado que tenías que presentar.

Algo falla y quiero que me devuelvan todas las horas que me están robando.

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