21.10.07

Curiosidades


Como ya comenté en otro post, la familia de mi marido es muy gallega en el sentido de ponerle motes a las personas. Sin duda es un hábito curioso porque es más común en las aldeas que en la ciudad y ellos son muy urbanitas.

Pero como todo el mundo sin excepción tiene el suyo, tenía la sensación de que el pequeño Francisco no estaba integrado de todo en la familia. Pero ayer al mediodía estuvo con su tio Xosé y hay que reconocerle que se esmeró y fue muy ingenioso, le puso el apodo de "FRANDER" (de Fran y AnDER), además es muy nuestro porque todos son aficionados a los Simpson.

Así que a partir de hoy nuestros pequeños son polvorón y Frander.

Por otro lado me alegré porque al crio le gusta su tio, me contaba un pajarito que se reían mucho juntos.

Ayer vino Carmen a comer a casa como siempre les regala algo a los niños, esta vez fue una armonica. Al pequeño polvorón le encanta se pasa el día tocando y la verdad no lo hace mal, le salen distintas notas, está claro de que le gustan los instrumentos de viento. En casa tenemos una gran variedad de instrumentos musicales, personalmente me gustaba mucho el método francés de educación infantil, donde los niños manejaban distintos instrumentos y el educador observaba sus preferencias, además trabajaban con distintas melodías. Este tipo de metodología es muy buena para educar el oido, para crecer en el gusto por la música y para adquirir otro tipo de destrezas manuales.

Por ejemplo, nosotros tenemos panderetas, flauta, piano, maracas, bongos, armónica.... Algunos muy dificiles de conseguir como las castañuelas, pero muy útiles para adquirir fuerza y destreza manual. Pero a pesar de las diferentes fases evolutivas del pequeño polvoron, desde las más básicas de golpear hasta acciones más elaboradas de utilización individualizada de los dedos, como cuando descubren el índice o el efecto pinza, que hace que exista una relación entre la adquisición de la nueva habilidad y el instrumento del juego, en la fase de golpeo, tienen inclinación por los tambores o cualquier elemento de percusión, según avanzan comienzan con el piano y demás.

Pero al mismo tiempo el niño va evolucionando a nivel cognitivo y aparecen sus preferencias, sus propios gustos, en todos los niveles al vestir, comer o a nivel musical. Nuestro polvorón desde muy pequeña mostró pasión por los instrumentos de viento, la flauta le encanta y ahora la armónica. Es un ejercicio sanisimo, el de enseñarles a soplar no solo porque las ventajas del desarrollo de su cavidad pulmonar. Si no porque los catorros se pasan mejor, la peque expulsa muy bien los mocos y es raro que terminen bajando a los bronquios. Si es que la musica es salud.

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