La navidad

Al fin tengo un ratito para contaros nuestra navidad tan especial. Primero papá y yo participamos en los actos del colegio, vestidos de pastorcillos salimos a cantar un villancico en el festival de los abuelos primero en el de cinco años y después en el de Ander. Lo hicimos muy mal pero la cara de ilusión de Ander mereció la pena, a pesar del ridiculo. Nos miraba y gritaba: "Hola mamá, hola papá", le señalaba a todo los niños y profes que estaban a su alrededor a sus papás y nos aplaudia y cantaba como un loco. Estaba para comerselo.
Mi pequeño polvorón fue mucho más discreta, sonreia timidamente.
El día 20, algunos padres del colegio fuimos clase por clase representando un belén viviente. A papá le toco el papel de Herodes y a mi el de estrellita del portal. Creo que es una experiencia que hay que vivir, los niños estaban maravillados y nos hacían muchas preguntas. Cuando entre en la clase de Ander enseguida me reconoció y miraba sorprendido mientras gritaba "Mamá", con su hermana fue distinto, estaba orgullosa de su madre, cuando ya me iba me abrazó. Pablo lo pasó peor era el malo de la pelicula (Herodes), uno de los compañeros de la pequeña se levantó enfadado y le gritaba lo malo que era y algunos niños lo encerraron en el patio de infantil y no le dejaban salir. Mi hija me dijo horrorizada: "Papá vino al cole y dijo unas cosas horribles".
Una experiencia increible, un niño me dijo mientras me enseñaba el diente que le acaba de caer: "estrellita, estrellita ¿eres amiga del ratoncito Pérez? le dices que venga a mi casa que me ha caido un diente", al segundo estaba rodeada de crios enseñandome la boca y contandome todos los dientes que le habían caido y los que estaban por caer. Me reí mucho.
El día 22 repetí experiencia, sus majestades los reyes iban al colegio y dos pajes se pusieron enfermos por tantos virus en el aire, así que pasé a formar parte del equipo del Rey Gaspar. Los reyes llegaron al colegio en un coche descapotable y los pajes en moto. Los niños nos esperaban en los patios cubiertos por la lluvia, todos les recordaban a sus majestades lo que habían pedido, el regalo estrella: la wii y eso que su Majestad Gaspar era poco partidario y les decía a los niños, "que a lo mejor había que esperar un poco". Del patio nos fuimos al salón de actos a repartir caramelos, los reyes recibieron a unos 900 niños, cansados pero felices.
Y después llegaron las notas, Ander va bien, falla en algunas cosas especialmente en la cuantificación y la niña genial.
Sin darnos cuenta, llegó la nochebuena, los tios y primas de Madrid, los abuelos y las comilonas varias. Por supuesto también hizo su aparición Papá Noel, que cada día es más listo porque dió con los regalos perfectos. Es curioso como mis hijos no tenían ansiedad por la llegada de Papá Noel, su atención y nerviosismo era porque venía la prima Pancha, eso era lo realmente importante.
Estas vacaciones de Navidad lo están pasando genial, el lunes fuimos a Vigolandia a montar en todo tipo de cachivaches varios con algunos de sus compañeros de clases, el martes se fueron a casa de unas compañeras de clase y vecinas y el miércoles Ander a un cumple de un compañero y la niña y su prima a patinar a la pista de hielo.
Mi pequeño polvorón es una cabezona, era la más pequeñita de la pista, nunca había patinado sobre hielo pero no pensaba salir, con esfuerzo se iba soltando poco a poco y al final patinaba sola a ratos. Creo que al final le gusto la experiencia pero al principio lo hacía por cabezonería si su prima patinaba ella también, el problema es que la prima tiene 12 años y ella cinco.
Y casi sin darnos cuenta se terminó el año y comenzó uno nuevo y de nuevo todos juntos. Es una suerte el poder disfrutar de la navidad en familia. También quiero aprovechar la ocasión para desearos a todos un FELIZ 2011.