30.6.08
Hasta luego Tatita
Nuestra Tatita se ha ido, de repente y silenciosamente, como ella era. Perdonarme, pero sólo puedo pensar en ella, son miles de recuerdos, demasiados momentos que rondan en mi cabeza. Este mes hacía nueve años que la conocía, era la tia de mi marido, la que siempre vivió con ellos. El día que la conocí me dejaron a solas con ella, que me contó la vida de unas cuantas beatas, era profundamente religiosa. La Tatita era especial , como dice mi marido tuvo la mala suerte de nacer hace 70 años y ser mujer, siempre fue una niña, a veces, resultaba cargante porque era muy dependiente pero siempre te pedía disculpas por todo, nunca tuvo maldad era muy inocente.
El día de su entierro, me decía Pablo: "es la primera vez que un acto familiar no hay que estar pendiente de la tia, de llevarla, de recogerla", ahora nos gustaría tanto poder estar pendiente de ella.
Mi marido era su ojito derecho, ese privilegio era una herencia, la Tatita recordaba ese cariño especial que tenía su madre al nieto. Pero aún así, quería a todos y a cada uno individualmente nos decía que eramos sus predilectos y seguro que era verdad a cada uno nos quería por algo.
Tenemos tantos recuerdos que su presencia sigue en el ambiente, mira que llevamos sólo dos años en la casa nueva, pero si miro a la mesa de la cocina, soy capaz de verla sentada en su sitio. Después de su entierro, fuimos a casa con la abuela, su hermana y como siempre Ander salió arrastrandose de la salita, cuanto desee que alguien fuera detrás de él, como ella hacía, siempre le decíamos que lo dejara en paz.
Pablo dice, que ella ahora está en un sitio donde todo el mundo la entiende y donde ella entiende todo, con los seres a los que más quiso: sus padres, pero no podemos evitar echarla de menos. Me arrepiento tanto de no haber celebrado el bautizo de Ander antes, estabamos esperando por las cuestiones legales, para ella era la fiesta por excelencia.
Echaremos de menos que nos llame, como lo hacía casi todos los días, echaremos de menos que nos cuente todas sus preocupaciones, echaremos de menos que alguien nos recuerde los santos y cumpleaños de todo el mundo, el domingo era el santo de Pablo y este año no estaba ella para recordarselo, gracias a Fran y mi nadre por hacerlo.
La Tatita era una persona de costumbres, era tan previsible que me recordaba a la pelicula del "Show de Truman" , esperaba siempre al cartero, al vendedor de periodicos, hacia el mismo recorrido a la Iglesia, compraba libros en la misma tienda siempre, hasta casi mantenía las mismas conversaciones a diario. Estos días era mucha la gente que nos decía lo extraño que se hace no verla.
Que raro se hace entrar por la puerta y que no salga con los brazos abiertos a recibirte, si no ibas algún día enseguida te llamaba para preguntarte si estabas enfada o enferma.
El día que murió, el pequeño polvorón no paraba de preguntar por la tía, últimamente la llamaba tia María Victoria, como a ella le gustaba, a mi no se me ocurrió otra cosa que decirle, que la tia se había ido de vacaciones y no la veríamos durante un tiempo. La niña con su lógica me dijo, "se fue en barco con el abuelo" y le dijimos que si. Al día siguiente, durante el desayuno, me preguntó ¿mamá, por qué no nos vamos de vacaciones con el abuelo y la tia María Victoria en el barco?, mi "no" debió ser tan rotundo, que la pobre peque me respondió: "tienes miedo a los barcos grandes, no te preocupes mamá, nosotros vamos en uno pequeñito". No para de preguntar por ella, qué cuánto tiempo está de vacaciones, ¿a dónde fue?..., el otro día mi nena estaba enfadada me decía que "la tatita no me quiere porque la abuela Rosa me dice que vaya con ella en el tren, pero la tia se fue en barco y no me llevó", yo le digo que si que la invitó por telefono y que no pudimos despedirla porque llegamos tarde al barco.
Lo único que podemos hacer ya por la Tatita, es mantener su recuerdo vivo, que los niños sepan quien era y lo mucho que la queriamos. Lo bueno que tienen las personas especiales es que nos obligan a demostrarle que las queremos, cuantas veces le deciamos: "Tatita si ya sabes que te queremos mucho" cuando ella nos decía que era una molestia para todos. Hace poco estabamos celebrando el cumpleaños de la abuela, después estuvo en el cumpleaños de Ander, hace nada le regaló la mochila para el cole de la nena,.... Que irracional es la muerte, a mi me produce angustia y pánico, en esta vida he logrado superar de todo, a veces por mi sola y otras con mucha ayuda pero ante la muerte no se puede dar marcha atrás. Personalmente asumo muy mal las pérdidas, Pablo me decía el otro día, que llega un momento que haces callo y aprendes a seguir viviendo.
Siempre pense que nuestras relaciones con otras personas pueden marcarlas un solo instante, tanto para lo bueno como al contrario. Pues la Tatita, tuvo su gran instante, su gran momento para mi. Estaba embarazada de mi pequeño polvorón y no me encontraba muy bien, me asusté mucho. El ginecólogo como siempre hacen en estos casos, es mandarte reposo total y darte cita para 15 días después. Cuando Pablo se fue a trabajar, me entró tal angustia que no paraba de llorar, estaba sola en casa y llegó la Tatita que venía del Hospital porque había nacido su otro sobrino, cuando me vio, intentó consolarme, me compró revistas del corazón y me dijo que no se movería de allí hasta que Pablo volviera. Ella que era la persona más inquieta que conozco que no aguantaba ni media hora en el mismo sitio, se quedó allí por lo menos dos horas. Durante los 15 días siguientes vino a visitarme todas las tardes, con las revistas del corazón y los DVD dedicados a Juan Pablo II. Para mi, ese instante vale más que nada, me demostró que sabía estar y que me quería lo suficiente para no dejarme sola.
Hoy hace una semana de su muerte y por segundos no soy capaz de contener mi angustia, me cuesta tanto no sentir su presencia, no he tenido ni el valor de borrar su número de telefono de mi agenda, no soy capaz de tirar todas las estampitas que me regaló, es más echaré de menos que alguien me regale libro de los evangelios del año 2009. En el año 2005 cuando nació la niña, me regaló un libro de los evangelios, según ella, para que mi marido fuera a misa los domingos. A los dos días, me apareció con otro igual pero más pequeño y me dijo: "Te regalo este porque a lo mejor es más facil de llevar encima, el otro que te di es el que me gusta a mi porque veo muy mal y tiene la letra grande", a la semana siguiente me volvió a regalar otra edición de bolsillo, cuando le dije "tatita es el tercero" me contestó: "siempre hay que tener uno en casa por si se te pierde el bolso", le contesté que tres son muchos y me dijo, "regalaselo a tu hermano", cosa que hice.
Tatita, ojalá sea cierto que nos ves, quiero que sepas que en todos estos días me he vestido de colores muy claros, que a tu entierro fui de blanco, aunque mucha gente pensará que no es lo correcto, me acordé de las numerosas veces que me decías que me sacará los colores oscuros, que estaba muy fea tan de negro. Tatita, quiero que sepas que en nuestra casa siempre tendremos una foto tuya y que a los niños nunca le dejaremos de hablar de su tia María Victoria para que no se olviden nunca de la maravillosa persona que tuvimos la suerte de conocer. Tatita, te echamos mucho de menos.
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4 comentarios:
Ana, siento el dolor que tienes por la perdida de tu tatita. Mi más sentido pesame para toda la famili, la vida es muy injusta,¡¡péro, es así!!
Me estrañaba mucho que no escribieras y que no me hubieras contestado al correo.
Pense que el motivo de no escribir,fuera por que Ander no estuviera bien, como tenia que ir al dermatologo y demás...
Bueno siento que haya sido por la muerte de tu tatita, pero tambien estoy tranquila al saber que no era Ander el problema de no escribir.
¡¡Animo, la vida sigue!!, piensa en Ander y la pequeña polvoron.
Besos para los cuatro.
Mili.
Mis condolencias desde aqui!... las palabras sobran en estos momentos pero este post me hizo llegar casi a las lagrimas, por el inmenso cariño que refleja por su tatita... Adelante... tiene ahi dos preciosos tesoros que necesitan de su fuerza y amor...
Nuestras condolencias, sentidas sinceramente... Un abrazo a todos, Paula
no, no, su sobrino preferido era rambito ;-)
besos
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