Siempre con prisas

Hoy es viernes, estoy muy cansada y deseando que llegue el fin de semana para disfrutar de mis pequeñuelos.

A Frander le hemos retirado la silla de paseo, ahora todos los trayectos cortos los hace andando. Ademas en la guardería comienzan a ponerlo a pintar con ceras, que por cierto no le gusta nada, pero por contra, es bueno con las tablas de encajables o los paneles de clavos de distintos tamaños. Obedece órdenes como "dame" o "coge", saluda y se despide con la mano cada vez que entre o sale de un nuevo ambiente.

A nivel gateo, tiene una mejor coordinación de piernas pero es dificil cambiarle la postura de los brazos, sigue impulsandose con los codos.

El nivel de comprensión del lenguaje es muy alto pero a nivel hablado la incorporación de palabras es más lenta que su hermana, pero ajustada a los parámetros de un niño de su edad. Casi todos los niños que conocemos con una edad similar no hablan más que Frander.

A día de hoy básicamente su retraso se traduce al área psicomotriz, simplemente que no anda. Pero que conste que en todo este proceso también influye su vagancia, ningún tipo de esfuerzo va con él.

Sólo se molesta por andar cuando está en la guardería con otros niños, si no, es feliz sentado o acostado. Comienza a aprender por imitación no sólo por repetición.

Hemos logrado corregirle algunos hábitos posturales, como el de juntar las manos en situaciones en que se siente amenazado. Parece una tontería pero no lo es, porque su reacción ante una caida era esa posición de rezo, en vez de utilizar las manos para paliar el golpe. O también malos hábitos como orinar en el momento en que le están cambiando el pañal, es un principio para que comience a ser consciente de su propio cuerpo.

Nuestra lucha contra la hipotonía está dando resultados, si pudieramos establecer porcentajes estaría a un nivel del 80% en referencia a un tono muscular normal, es decir, puede empezar a caminar, así que pasamos a la fase dos, soltarle una mano. Le cuesta mucho, como todos los cambios pero cada vez menos responde tirandose al suelo.

Por lo demás seguimos corriendo de un lado para otro, que si terapeura, guardería, fisoterapeuta y intentamos hacer un hueco para que Frander fuera a natación, pero a día de hoy no ha sido posible.

Sobre el pequeño polvorón deciros que cada día me sorprende más. Hoy salía de clases con un chupa, la profe me dice: "tuve que darle uno porque me dio pena, a todos le doy cada vez que logran hacer una tarea o ir al baño solos o pedirlo, es su premio por cada logro, pero ella lo hace todo sola, así que la pobre nunca recibe ninguna recompensa".

Y es cierto, es una niña muy obediente y que aprende muy deprisa. Me está sorprendiendo mucho porque en cierto modo está cambiando cada vez es más tímida pero más madura y responsable.

A nivel comprensivo del lenguaje así como de vocabulario tiene un nivel alto en relación a su edad. Su juguete predilecto son los libros y distingue entre "los cuentos" y "los de palabras", ahora ya no le gustan los de aprendizaje de vocablos prefiere los que tienen historia. Los cuentos los vamos adaptando a los conceptos que trabajamos. Tiene el cuento de la "A", donde todos los personajes y objetos comienzan con esa letra, o el de los instrumentos, o el de los animales, donde no sólo trabajamos con la identificación del animal, le añadimos cada vez más conceptos como sus comidas, dónde duermen o su habitat. Cualquier libro es válido para versionarlo, y más con un idioma tan rico como el castellano. Cuando trabajamos con la letra "a" en la historia el burro o el caballo pasa a ser un asno, el niño protagonista a llamarse Ander, las brujas son Adas,...etc.

También tenemos algunos específicos para los números o los colores. Aunque como método de trabajo en la guardería y en casi todos los centros, se elaboren actividades centradas en un solo color por cada trimestre, a nuestro polvorón no le convence el rojo, color del trimestre pasado, pero si dintingue perfectamente el azúl y el verde y tiene pocos fallos con el amarillo.

Con las figuras no tiene problemas conoce el triángulo, el cuadrado y el círculo.

A nivel su higiene personal, en la guardería están trabajando con el cepillado de dientes, nuestro pequeño polvorón lo hacía desde septiembre pero simplemente con agua, ahora aprovechando la actividad de la guardería le incorporamos la pasta sin flúor. También sabe, de aquella manera lavarse la cara o las manos y secarse, al baño va solita y enciende ella la luz. Sabe ponerse los pantalones o las bragas, pero todavía no es capaz de colocarse ninguna prenda más sola.

Cuando quiere llamar la atención nos dice "bicho malo picó a la niña en el culo". Utiliza la tercera persona para referirse a si misma.

Tiene un novio y se pasa todo el día contandoselo a todo el mundo. Ya conocemos a su madre y parece ser que el jovenzuelo también se pasa todo el día hablando de nuestro pequeño polvorón.

La relación personal entre Frander y el pequeño polvorón es muy buena. Ella le abraza, le besa, le saca a bailar, él por contra, tanto afecto a veces le asusta y llora, pero en cuanto la ve sonrie y se pone nervioso, cuando no está la echa mucho de menos.