Hace mucho tiempo que deseaba escribir este post por ser una noticia muy esperada por nosotros. Coincidencias de la vida, uno de mis blogs preferidos escribe un post que tiene mucho que ver con lo que hoy os quiero contar. Primero os cuelgo el enlace:
http://vacanomillo.blogspot.com/2008/11/qu-risa-me-dan.htmlCoincido plenamente con este post aunque duro es realista. Nuestra historia personal es una demostración de que "protección del menor" o "por el bien del menor" son palabras vanas.
En julio del 2007 una funcionaria de Vicepresidencia de la Xunta de Galicia, nos habla por primera vez de Ander y de su situación personal (en este primer contacto no sé nos explican las cosas como realmente son). Se nos comenta que Ander es un niño abandonado por sus padres en el hospital, es más su madre acudió a parir con la conformidad de entregarlo al servicio de menores. Nosotros nos tomamos 15 días para informarnos sobre terapias, centros de estimulación, avances médicos....
Con toda la información recopilada concertamos una cita para ir a recoger a Ander, recuerdo que sería en plenas fiestas de la Paloma. La funcionaria se va de vacaciones y el viernes anterior a nuestra partida, saliamos el domingo, acudimos a Vicepresidencia para que nos explicaran como teníamos que hacer los trámites. Nuestra sorpresa fue que la funcionaria sustituta nos dice: "De lo de Ander no hay nada, a Vds sólo se les hizo un ofrecimiento". Presentamos una reclamación por escrito que tuvo sus resultados porque nosotros teníamos un papel sellado por ellos donde ponía que Ander nos era asignado. El golpe fue duro, teníamos hotel, comprada otra silla para el coche, organizados días y trabajo, pero había que esperar a que la funcionaria volviera de vacaciones. Me cabree tanto, la primera piedra del camino fue un golpe duro, ¿cómo es posible que se pare el mundo por unas vacaciones?, ¿cómo es posible si estamos hablando de niños?.
La funcionaria volvió y el día 21 de septiembre 2007 pudimos ir a recoger a Ander. En Alava descubrimos la segunda piedra del camino, había problemas serios con la renuncia del padre, no porque quisiese quedarselo porque ante una situación así nosotros nunca intervendriamos. Por un golpe de suerte se consiguió que el padre firmara los papeles por segunda vez, el padre no quería al niño pero se negaba a firmar nada. Nos vinimos a Galicia a sabiendas de que la renuncia de su padre tenia caducidad de seis meses. Ya en Vigo nos entregaron un montón de papeles e informes medicos del niño, cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia, especialmente los informes de atención temprana, tercera piedra en el camino.
Cuando desde la asociación de sindrome de down se evaluo al niño nos dijeron "si eramos conscientes que el niño del informe y lo que nosotros llevabamos en brazos no se parecían más que en el nombre. El niño del informe tenía 16 meses (edad física de Ander) y el niño de mi colo no llegaba a los tres meses físicos y psiquicos.
Desde finales de septiembre hasta primeros de diciembre no volvimos a saber nada de nadie, simplemente de vez en cuanto me pasaba yo por Vicepresidencia para recabar información sobre la historia clínica del niño, especialmente cuando comenzó a perder todo el pelo.
La primera semana de diciembre dos técnicos de Vicepresidencia se presentan en nuestra casa para ver al niño, como vivía y donde y para que firmaramos los papeles para la "posible adopción". La adopción se suponía un proceso rápido y sin complicaciones.
Pasaban los meses, el niño cada vez más calvo, me pasaba por las oficinas de menores por lo menos una vez a la semana. En una ocasión les comento si pueden solicitar a Alava algún informe médico más porque el niño ha perdido todo el pelo y hay una serie de enfermedades infecciosas que puedan tener la calvicie como sintoma, aunque su dermatólogo afirmaba que el problema del niño era una situación de estres traumático. Entonces como si estuvieramos en el patio de casa me suelta: "puede ser posible lo del estrés porque el niño estuvo en situación de acogimiento preadoptivo con una familia con la que era muy feliz, pero sus padres que le querían muchisimo con gran dolor lo devolvieron a la Administración porque la familia, abuelos y demás no le querían". Otra piedra más.
Casi me muero al oir esta historia, estaba claro que el niño tenía estres, pero además nosotros ayudamos a agravarlo. Sin saber y pensando que hacíamos lo mejor para el niño, lo incorporamos a la guardería, lo dejabamos con las abuelas solo, iba al fisio y a estimulación y también se quedaba solo allí. ¿qué pasaría por la cabeza de ese niño?, cada vez que nos ibamos echaba a llorar sin consuelo, llegaba a vomitar. Me indigne mucho, a nosotros no nos interesa quienes son sus padres biológicos, pero pensamos que para ayudar en el proceso de adaptación del niño a la familia debieron darnos toda la información relevante . Supuestamente el personal de menores es gente con experiencia que además te venden que te van a ayudar en todo y que contarás con todos los medios disponibles. Una piedra más en el camino.
Como del juzgado no llegaba nada y aunque alguna funcionaria pueda pensar que no se contar, antes de que finalizaran los seis meses de la validez de la renuncia de su padre, volví a menores, donde me explicaron que no había ningún problema todo estaba en manos del juez y una vez presentados ante el juzgado no caducan.
Quiero explicar que la situación legal de Ander era un poco complicada, la tutela era inicialmente de Álava, de ahí pasó a la Xunta de Galicia y vivía integrado en nuestra familia. Nosotros no podíamos tomar ninguna decisión importante sobre el niño, no podíamos firmar para hacer una prueba medica, no podíamos ni siquiera ir a comer una tarde a Portugal, estamos a menos de media hora, sin la autorización de los tutores. No recibimos ayudas de ningún tipo y además el niño tenía sus apellidos originales y documentación con su nombre, por consiguiente teníamos que ir con el contrato en la mano
para demostrar que no lo habíamos secuestrado.
En el puente de semana santa volví a Vicepresidencia, me llegara una carta de la seguridad social donde se me pedía una partida de nacimiento del niño, documento al que no tenía derecho. En ese momento descubro que los papeles acababan de ser enviados al juzgado, según el abogado de Vicepresidencia la excusa era que él era el único abogado que había y tenía demasiados expedientes. El hablar con el abogado fue una coincidencia de la vida y nadie sabía de dicha conversación, en ese mismo instante fui consciente de que la renuncia del padre caducara. Esto sucedió en marzo y hasta finales de septiembre no nos llamó nadie y cuando lo hacen nos dicen: "el proceso judicial se va a alargar un poquito la jueza que ............ (estos puntos suspensivos representan un insulto) , quiere localizar al padre del niño, nosotros ya le explicamos todo lo que hay pero ......(otro insulto cuyo final de la frase es preparando las oposiciones)". Nosotros sabiamos perfectamente que la jueza cumplia con la ley que el error era de ellos que por desidia (quiero pensar que esa es la cuestión) habían hecho todo mal.
Teníamos miedo, nosotros somos conscientes de que los padres biológicos no iban a reclamar a Ander, pero Ander no era legalmente nuestro y psicológicamente esa situación es dificil de llevar. Aunque improbable que pasa ¿si alguien nos lo sacaba?, nosotros no estabamos preparados para perder un hijo, sentimentalmente es nuestro.
En agosto sucedió que el niño ingresa en la UCI, se nos planteó la posibilidad de hacer una prueba que consistía en meterle un tubo por la boca y sacarle líquido para analizar. En algún momento como todos sabeís, el operarlo a corazón abierto. Nosotros no podíamos hacer nada, hasta para la prueba más simple e urgente necesitamos la autorización de la Xunta. Llamé de nuevo a la funcionaria para contarle lo que pasaba con Ander y que pasaba con las autorizaciones. Me contesta: "no hay ningún problema, nos llamais y en media hora el delegado os firma la autorización", con todo la calma del mundo y sabiendo la respuesta, le dije: "¿a cualquier hora?, respuesta: "No, hasta las 15.00 horas" por mi parte añadí: " ¿pero si es urgente que hago?, el niño ingreso a las cuatro de la madrugada en al UCI". Y la mujer me dice: "Pues lo firma Vds y después lo amañamos, el delegado lo firma con fecha atrasada".
Ahora ya tenía un motivo más para rezar, "Ander si te pones malo hazlo antes de las 15.00 horas". Imaginaros lo complicado de la situación si hubiera tenido que firmar unos documentos médicos lo haría a sabiendas que estoy mintiendo y que es ilegal, asumiendo en un documento que yo soy la tutora del niño, cuando no era así. Menos mal que la situación nos sonrió y los medicos nos ayudaban buscando alternativas, pruebas que requirieran consentimiento informado.
El tiempo seguia pasando y el 10 de septiembre sin decirle nada a nadie nos fuimos al juzgado, donde nos confirmaron todo pero nos dijeron que estaba todo resuelto a espera del informe del Ministerio fiscal.
AYER AL FIN LLEGÓ LA NOTIFICACIÓN JUDICIAL: ANDER ES NUESTRO HIJO. Ahora nos quedan unos meses por delante de espera mientras se traslada el expediente del niño de Alava a Vigo y hasta poder darle nuestros apellidos. Pero al fin, Ander es nuestro, nuestro hijo para siempre, al fin el niño podrá tener su sitio en el libro de familia, al fin nosotros podremos vivir con tranquilidad. A las alturas que estamos, supongo que todo el papeleo no le terminaremos hasta el año 2009, pero para el 29 de noviembre que cumpleaños el pequeño polvorón todos sabrán que Ander es su hermano de pleno derecho, de corazón ya hace mucho tiempo que lo es.
Con mi historia lo único que quiero decir es que la Administración no puede funcionar tan lento, tan mal, cometiendo tanto errores cuando el tema del que estamos hablando son menores. Nuestros niños son responsabilidad de todos y tienen que ser siempre una prioridad no un número de expediente perdido en el montón de un despacho. Es obligación nuestra, de todos, darles lo mejor, pero especialmente es obligación de la Administración trabajar con diligencia, buen hacer y premura. Después pasa lo que pasa si a las 15.00 horas se cierran las puertas.